A partir de este lunes en Reino Unido comienza un plan piloto que tendrá una duración aproximada de seis meses, dentro del cual alrededor de 3.300 empleados de 70 empresas diferentes tendrán una semana laboral de cuatro días.
La prueba inició esta semana donde unas 70 compañías ofrecerán una semana de trabajo de cuatro días sin reducción salarial. Según los organizadores, es la mayor prueba piloto en el mundo, luego de que la crisis de la pandemia causara una readaptación en las modalidades de trabajo.
Los negocios de diferentes sectores -que van desde proveedores de servicios financieros hasta el sector de hostelería con una fuerza laboral significativa- asumieron esta prueba que tendrá lugar por lo que resta de año. El objetivo es establecer si una semana de cuatro días laborales puede ser posible sin afectar, las remuneraciones o pagos en euro (con un cambio del euro hoy, bordeando los 19,65 pesos ) y la productividad.
Los empleadores tienen el deber de seguir pagando a sus trabajadores el 100% de su salario. Para velar de que esto se cumpla, los investigadores universitarios estarán monitoreando el test, mientras también medirán el impacto en la productividad y en el bienestar del empleado.
El programa lo puso en marcha la organización “4 Day Week Global”, en conjunto con el laboratorio de reflexión Autonomy, en colaboración con investigadores de la universidades inglesas de Cambridge, Oxford y Boston College.
Los investigadores en cuestión observarán de qué manera los trabajadores enfrentan varios factores, como el estrés, la satisfacción laboral, la salud, el sueño, el viaje y los niveles de energía.
Asimismo, el programa respaldará a las compañías que participarán en la prueba con talleres sobre modelo de éxito, asesoría y capacitación, y evaluaciones periódicas para medir los avances.
Ed Siegel, consejero delegado de Charity Bank, una de las entidades participantes, expresó que entre la mayoría de aspectos negativos que tuvo la pandemia, se podía rescatar el hecho de que dio pie para la flexibilidad laboral.
“La dinámica de trabajo de cinco días laborales que se implementó en el siglo XX, ya no se ajusta del todo a los negocios del siglo XXI. No tenemos duda de que este cambio de una jornada de cuatro días a la semana, sin cambios en los beneficios ni salario, forjará un ambiente laboral más ameno para los trabajadores, y tendrá un impacto positivo en la productividad de cada empresa”, finalizó Siegel.